viernes, 4 de noviembre de 2011

Las vitaminas, ¿tienen contraindicaciones?


Se definen las vitaminas como "constituyentes naturales de los alimentos... esenciales para la vida y el bienestar de los animales y el hombre". De ello hay que inferir que su ingestión en cantidades equivalentes a las que se hallan en una dieta mixta normal deberá resultar más benéfica que perjudicial. Por lo tanto, a un nivel de ingesta en el cual desempeñan su papel fundamental como vitaminas, las reacciones adversas son desconocidas excepto en algunos escasos trastornos clínicos.
Durante los últimos veinte o treinta años, los registros conocidos en cuanto a la seguridad y los beneficios derivados del uso de las vitaminas han conducido a la administración de elevadas dosis, frecuentemente con espectaculares beneficios terapéuticos. En algunos casos, las ingestas han alcanzado niveles muy altos. En consecuencia, los casos de reacciones adversas a las vitaminas aparecen ocasionalmente en la prensa, con pruebas de respaldo que varían entre lo anecdótico y lo científico.
La dificultad de los estudios de la seguridad vitamínicaEstas informaciones, a su vez, son frecuentemente reproducidas por autores de buena fe sin ningún detalle del caso y sin base científica alguna, con lo que aumenta aún más la credibilidad. Al mismo tiempo, la gran oleada internacional de consumismo ha generado un mayor interés en la seguridad de todos los productos naturales y manufacturados, entre los que se cuentan los ingredientes de los alimentos y de las medicinas.
 
La descripción de una seguridad vitamínica que abarque todas las circunstancias posibles es muy difícil, sino imposible.
En primer lugar están las diferencias naturales de uno a otro individuo. Una variación de actividad que se ajusta a la curva "normal" es una de las características de todas las criaturas vivientes. Además, aquí no se tienen en cuenta las variaciones adicionales impuestas por la idiosincrasia, la hipersensibilidad, por ejemplo, las alergias alimentarias, la enteropatía del gluten etc., o las enfermedades, como por ejemplo, las del hígado o del riñón. Por lo tanto, no debe sorprender que sea bastante grande la difusión de información acerca de los niveles de vitamina que han sido reportados como conducentes a reacciones adversas.

En segundo lugar, el período de ingestión y la razón de la ingesta de vitaminas difieren. En uno de los extremos del espectro se halla el consumo diario de alimentos enriquecidos con vitaminas por la mayor parte de la población; en el extremo opuesto, la prescripción terapéutica de elevadas dosis durante un período limitado para una enfermedad específica, que son vigiladas y controladas cuidadosa y directamente por el Profesional de Salud: entre estos dos extremos nos hallamos con una amplia gama de diferentes formas de automedicación.

La presente monografía está orientada en el sentido de tratar de hallar una definición a nivel de seguridad para los alimentos enriquecidos y la suplementación auto-administrada. Sólo atañe indirectamente a los casos de prescripción facultativa bajo vigilancia, dado que el Profesional de Salud, como conocedor de la enfermedad específica y de las posibles reacciones adversas, sabe perfectamente cómo juzgar la respuesta de cada paciente individual. Por lo tanto, el enfoque de este trabajo se dirige a definir, sobre la base de investigaciones a niveles experimentales y epidemiológicos, qué factores pueden ser causa de reacciones adversas, con el fin de sugerir un nivel diario seguro para la ingesta prolongada. En esta evaluación, no se considera la racionalización de las dosis elevadas en cuanto a la seguridad vitamínica. Por lo tanto, la expresión de una dosis segura alta no deberá ser considerada como una referencia a su valor terapéutico.

Rango de referencia para hacer un estudio. RDA
Otro problema que se le plantea al investigador de los niveles seguros de ingestas de una vitamina es el nivel de referencia a partir del cual deberán establecerse las distintas dosificaciones. Por tradición, el principal punto de referencia es la Ingesta Diaria Recomendada para el adulto normal. Por desgracia, incluso estas cifras no son en su totalidad reconocidas internacionalmente. El nivel recomendado de ingesta dietética de cada vitamina ha sido investigado por grupos de expertos en muchos países. Puede haber diferencias del cuádruple entre el nivel más alto y el más bajo recomendados, aunque muchos de estos niveles caen por dentro de una banda mucho más estrecha.

Una de las mejor documentadas y más ampliamente aceptadas de todas estas investigaciones nacionales es la realizada en los Estados Unidos por el National Research Council, del Food and Nutrition Board (Consejo de Alimentos y Nutrición), publicada como Tolerancias Dietéticas Recomendadas (RDA: Recommended Dietary Allowances), en su última edición de 19802. Dada la ausencia de una norma internacionalmente reconocida, utilizaremos estas cifras como punto inicial de referencia.
 
Qué demuestran las investigaciones
Partiendo de estos antecedentes, ¿cuáles son los hechos en cuanto a seguridad? ¿Están bien fundados los temores en cuanto a la toxicidad? ¿Son las vitaminas tan seguras como se ha venido creyendo?

Hace algunos años dos prestigiosas comisiones científicas examinaron esta cuestión. La primera de ellas era una comisión "ad hoc" establecida por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA: Food and Drug Administration) para realizar un estudio sobre los productos vitamínicos y minerales contenidos en los medicamentos para uso humano sin receta. Esta comisión examinó los datos científicos disponibles y recabó los testimonios de expertos, tanto de las comunidades industriales como de las académicas científicas3. El segundo estudio, confeccionado para la FDA, fue realizado por la Oficina de Investigación Científica de la Vida (Life Sciences Research Office) de la Federación de Asociaciones Norteamericanas de Biología Experimental (Federation of American Societies for Experimental Biology). Esta investigación fue muy particularmente orientada en cuanto a la factilidad de la identificación de los efectos adversos contra la salud, tanto en las vitaminas como en los minerales, especialmente en su relación con los "individuos que consumen suplementos dietéticos sin supervisión médica; los sujetos sometidos a tratamiento experimental con grandes dosis de nutrientes y en determinadas condiciones médicas; y los subgrupos de la población general que consumen dietas con una composición inusual o restringida de nutrientes”.

Dado que estos informes son de hace muchos años, es recomendable considerar si sus conclusiones acerca de la seguridad de las vitaminas en el sentido más amplio se pueden mantener ante un análisis crítico y esto es lo que se trata de llevar a cabo con este documento. Sobre la base del análisis, tanto de los documentos originales como de las revisiones generales más recientes3-13, se pueden formular las siguientes conclusiones generales:
 
No hay ninguna norma satisfactoria internacionalmente aceptada en cuanto a la ingesta recomendada de las vitaminas. Dada la ausencia de una norma internacional standard, las RDA que se aplican en los Estados Unidos se han adoptado como base. Estos niveles son seguros por definición.

Conclusiones de las investigaciones sobre los riesgos de las dosis altas

Los niveles de vitaminas que normalmente ingiere la mayor parte de la población general en dietas y en los suplementos de multi-vitaminas, ya sea por prescripción facultativa o comprados sin receta, no sobrepasan normalmente las RDA durante un período prolongado y, por lo tanto, son seguros. Una reducida proporción de la población consume vitaminas a elevados niveles. En algunos casos, lo hacen bajo la dirección de su Profesional de la Salud, que sabe por qué lo hacen. El riesgo de reacción adversa parece ser máximo cuando se toman dosis excesivamente elevadas sin asistencia profesional.

Hay un considerable margen de seguridad para la mayoría de las vitaminas, ya que son muy pocos los efectos secundarios achacables a las vitaminas administradas en dosis de niveles incluso substancialmente por encima de las RDA.

Este margen de seguridad es particularmente cierto para las vitaminas hidrosolubles, excepto la vitamina B6. Cuando se toman por vía oral, el exceso que no se puede utilizar, o bien no es absorbido o es rápidamente excretado por la orina.

Se requieren siempre y en todo caso precauciones especiales durante los tratamientos prolongados de nutrición parenteral.

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